La Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, organiza una nueva sesión de formación online con el título «La cultura vocacional y la vocación laical», dentro del marco de las Jornadas nacionales de delegados de Apostolado Seglar y responsables de Movimientos y Asociaciones. Participarán el Hno. de La Salle y responsable vocacional de su institución en España y Portugal, Jorge Sierra y Estrella Moreno, directora del Instituto Teológico y Pastoral de Bilbao. Esta conferencia será moderada por Sandra Várez, directora de Comunicación de la Fundación Pablo VI.
Esta cita formativa será el sábado 26 de octubre de 10.30h a 13.30h. Está dirigida a delegados de Apostolado Seglar de las diócesis, movimientos, asociaciones y vida consagrada, así como a laicos de cualquier edad, sacerdotes, religiosos… interesados en este tema.
La Iglesia celebra el 21 de abril, domingo del Buen Pastor y cuarto de Pascua, la JornadaMundial de oración por las vocaciones y la Jornada de vocaciones nativas con el lema, «Hágase tu voluntad. Todos discípulos, todos misioneros».
Aunque se celebran el mismo día, cada jornada mantiene sus objetivos. La Jornada de oración por las vocaciones invita a los jóvenes a interrogarse sobre su vocación y a la comunidad cristiana, a acompañar y rezar por ellas. La Jornada de vocaciones nativas busca sostener las vocaciones de especial consagración que surgen en los territorios de Misión, para que ninguna de ellas se quede frustrada por falta de recursos. Para ello, además de la oración, promueve la colaboración económica.
Materiales para la Jornada
Entre los materiales para la Jornada, se incluye la Semana de oración vocacional que tiene como objetivo acompañar a los niños y jóvenes a profundizar en la invitación del Señor a seguirlo en un proyecto de vida concreto dentro de las diferentes formas de vida existentes en la Iglesia.
También se facilitan diferentes recursospreparados para poder difundir las Jornadas en redes sociales, con los hashtags: #JornadaVocaciones y #TodosDiscipulosMisioneros.
Para suscitar en todos los jóvenes la pregunta por su vocación; así como para invitar a toda la comunidad cristiana a orar y acompañar las vocaciones que la Iglesia necesita en nuestro mundo, han creado una página web para la celebración de estas dos Jornadas.
En ella, se pueden encontrar dieciséis vídeos de testimonios a las diferentes vocaciones: el video-clip con la canción titulada «Ser misión»; reflexiones para la semana de oración vocacional; mensaje del Papa; así como los materiales de la Jornada 2024 como son los subsidios, catequesis, carteles y estampas.
En una última pestaña de la página web se explica con datos qué se celebra con la Jornada de Vocaciones Nativas, qué proyectos tiene y cómo se puede colaborar con ellos, tanto con un donativo como con un beca de estudios. Dan a conocer a sus protagonistas, en tres vídeos con sus testimonios: el del obispo de Makeni, en Sierra Leona; el de la Hna. Justina Banda, misionera Hija del calvario, nacida en Zimbawe; y del sacerdote Inocentt Chaula, de Tanzania. Desde OMP España, el pasado año se enviaron 1.762.519,00€, que apoyaron a 10.039 seminaristas y 288 formadores.
El Vicario de Evangelización acompañó a la delegación valenciana que participó en Madrid en el Encuentro de Laicos, con la asistencia del Arzobispo
«Hay que poner en marcha acciones encaminadas a una conversión personal y pastoral para nuestra Iglesia, caminando juntos”, según la delegada de Laicos
La delegación valenciana con el Arzobispo, el obispo auxiliar emérito y el Vicario de Evangelización, junto con los delegados diocesanos de Laicos, Familia y Juventud y otros laicos.
Una delegación valenciana, a la que acompañó el Vicario de Evangelización, Melchor Seguí, ha participado, este fin de semana en Madrid, en el Encuentro de Laicos sobre el Primer anuncio organizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), que ha contado con la presencia del arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, y del obispo auxiliar emérito, mons. Javier Salinas.
“En el Primer anuncio, en la evangelización, son también protagonistas los laicos, cuya vocación nace de su bautismo y su confirmación: deben ser sal de la Tierra, levadura en el pan y luz para iluminar todas las realidades -familia, matrimonio, trabajo, cultura…-. Todos los ámbitos tienen que ser iluminados por la presencia del laico siendo sal, luz y levadura”, destaca el Vicario de Evangelización, que resume las jornadas de este fin de semana con una palabra: “esperanza”.
Este encuentro, en el que han tomado parte más de 700 personas de todas las diócesis españolas, “nos ha llenado a todos de esperanza, parafraseando también el título de la primera carta pastoral de nuestro Arzobispo, que habla de una ‘Iglesia esperanzada’”, señala.
Estas jornadas “son consecuencia del Congreso nacional de Laicos de 2020, del que salieron cuatro itinerarios, el primero sobre el Primer anuncio. En estos años anteriores se ha trabajado en torno a este tema y este fin de semana, las diócesis hemos sintetizado y concluido todo lo trabajado”.
La delegación valenciana estaba formada por doce personas, con la presencia del Arzobispo de Valencia, este domingo, en la ponencia de clausura y en la misa de envío. El sábado “el programa se estructuró en torno a cuatro paradas sobre la acogida, el Primer anuncio en la vida cotidiana, la conversión pastoral y las distintas formas de llevar el Primer anuncio a la realidad, con la puesta en marcha, además, de numerosos talleres”, indica Melchor Seguí.
El Vicario de Evangelización califica estas jornadas como “una experiencia muy enriquecedora de la que salimos siendo conscientes de la importancia del Primer anuncio a la hora de evangelizar. Es la primera noticia que uno tiene de Jesús y lo que es la fe, tanto los que no lo habían oído nunca como los que, habiéndolo oído, viven la fe por tradición o herencia, pero sin tener ese encuentro, ese enamoramiento por Jesús. Es decir, los que estando bautizados, viven su fe de una manera tibia, o no practican o no viven activamente dentro de la Iglesia”, precisa.
Por ello, “tenemos el compromiso de dar a conocer lo vivido y poner en marcha, en las diócesis, esa nueva manera de catequizar y evangelizar empezando por el principio, el Primer anuncio de la fe, el ‘Kerigma’, que es la verdad fundamental de la fe: Dios te ama, ha enviado a su Hijo, ha muerto por ti, te perdona y te invita a vivir como miembro de su familia que es la Iglesia”, concluye Seguí.
“Es inexcusable dar un testimonio de vida que coherente y acorde con el Evangelio”, según Amparo Estellés
Por su parte, la delegada diocesana de Laicos, Amparo Estellés -que participó junto con la delegada de Infancia y Juventud y el responsable de Pastoral Familiar-, asegura que en las jornadas se abordó “el Primer anuncio en la vida cotidiana” porque “es, precisamente, el lugar donde nos desenvolvemos: el trabajo, nuestras familias, los estudios, incluso, el ocio”, y se analizó desde “cuatro aspectos fundamentales: la presencia, el testimonio de vida, el diálogo y el anuncio explícito”.
El encuentro fue “muy enriquecedor y clarificador”, a través de varias ponencias y testimonios, y en él quedó patente la importancia del testimonio, que es “inexcusable”, “un testimonio de vida que sea coherente y acorde con nuestras creencias, con el Evangelio”, comenta.
Sin embargo, “en nuestra vida podemos estar anunciando a Jesucristo sin llegar, incluso, al anuncio explícito, porque no se dan las circunstancias en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, puedo hacerme presente en todos los ámbitos de la vida como una mujer católica pero si el ambiente no me da el lugar a que haya un diálogo en torno a esta fe, puede darse el caso de que no pueda hacerse ese anuncio explícito de la fe”. Esto “no es mejor ni peor, sino que cada uno en su misión podemos acceder a unos aspectos u otros y quedarse solo en su presencia o en su testimonio de vida”.
Después de ese anuncio en la vida cotidiana, “viene la integración en la comunidad porque la fe no se vive individualmente, en solitario, sino en comunidad”. Por eso, “es importante saber cómo integramos a las personas que han recibido el anuncio de Jesucristo en la comunidad parroquial”.
Otra “parada” o cuestión que se analizó, y que “es fundamental, es el acompañamiento a las personas, tanto a las que se les anuncia a Jesús como a los que anuncian a Jesús” y también las “herramientas” porque es “difícil anunciar a Jesucristo si no disponemos de herramientas y de formación que nos ayude en esta tarea”.
En este camino del Primer anuncio y de llevar a todos el Evangelio, como asegura la delegada de Laicos, “no hay recetas”, cada realidad es distinta y se tiene que actuar de distinta manera, “pero sí se ha llevado a las diócesis algo que, aunque no es novedoso, es muy importante: el discernimiento y sinodalidad”. “Lo que hay que llevar ahora a las diócesis es la puesta en marcha de todas las acciones y procesos que vayan encaminados a una conversión personal y pastoral para nuestra Iglesia concreta, caminando juntos”, concluye.
En el encuentro, que llevó por lema “Pueblo de Dios unido en la Misión”, tomaron parte representantes de las diócesis españolas, de la vida consagrada y de los distintos movimientos y asociaciones de laicos.
«El porqué de este encuentro solo se comprende a la luz del Congreso de Laicos de 2020 y a través de dos claves: sinodalidad y discernimiento», afirma Luis Manuel Romero, director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida
La Comisión para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal ha presentado este lunes el Encuentro de Laicos sobre Primer anuncio, que se celebrará del 16 al 18 de febrero en la Fundación Pablo VI de Madrid, bajo el lema Pueblo de Dios unido en la Misión.
En el acto, han participado Luis Manuel Romero, director del secretariado de la mencionada comisión, y María Bazal, en calidad de miembro del Consejo Asesor de Laicos, quienes han destacado que para el evento ya hay 700 inscritos —el total del aforo—, en su gran mayoría laicos de todas las diócesis de España, y también asociaciones, organizaciones y personas de vida consagrada.
También han confirmado su participación en las jornadas un total de 75 sacerdotes, 40 obispos y seis diáconos, así como la presidenta de Alpha Europa, el presidente mundial de Cursillos de cristiandad y una notable representación de Emaús, Effetá y otros métodos de éxito.
Proceso y reflexión
«El porqué de este encuentro solo se comprende a la luz del Congreso de Laicos de 2020 y a través de dos claves: sinodalidad y discernimiento. En pleno proceso sinodal, la Conferencia Episcopal quiere animar a los laicos a implicarse», ha explicado Romero.
Por ello, «y bajo la inspiración del Espíritu Santo, no queremos que sea una jornada de presentación de métodos, sino que estos, que son buenísimos, van a estar implícitos, queremos que sea una jornada de procesos y reflexiones», ha continuado.
«Todos debemos tomar conciencia, como bautizados, de que es a nosotros a quien nos corresponde hacer el primer anuncio. Todos somos corresponsables, porque estamos llamados a anunciar a Cristo con nuestro testimonio. De tú a tú, en la vida cotidiana, de corazón a corazón, no hacen falta grandes discursos, hace falta una conversión personal. Sin conversión, no hay predicación del Evangelio», ha finalizado.
Llamados a estar unidos y salir
La conversión personal, imprescindible, debe estar sustentada por una «dimensión comunitaria, pues estamos llamados a estar unidos y en salida». De esta forma, en opinión del director del secretariado de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, «la pregunta fundamental que nos hacemos es ¿cómo evangelizar en esta sociedad?», cuestión para la que «no tenemos la receta, y eso es lo que estamos buscando».
«Debemos superar, como ya nos ha advertido Francisco, la autorreferencialidad, la tranquilidad autosatisfecha, la formalidad, el lenguaje de siempre. Con este encuentro, nos abrimos a la novedad que nos está marcando el Espíritu Santo en el mundo actual, en el que nuestro mensaje llega distorsionado a las periferias, para saber colocarnos frente a la sociedad. Aquí vamos a trabajar herramientas y estrategias, pero sobre todo el deseo de anunciar el Evangelio», ha agregado.
Grupos de trabajo
Por su parte, María Bazal ha detallado cómo serán los grupos de trabajo, organizados en las «cuatro paradas» por las que irán rotando los asistentes: primer anuncio en la vida cotidiana, vivencias comunitarias y testimonios, acompañamiento en la fe y formación en primer anuncio. Los resultados serán recogidos y puestos en claro en la ponencia final del domingo, que correrá a cargo de Jesús Úbeda, director del área de Primer Anuncio de la Conferencia Episcopal; Jorge Botana, de CONFER; y Eva Fernández, presidenta de Acción Católica General.
«Los testimonios serán cortos y van a ir desde una profesora de instituto hasta un encuentro en torno al arte, en la pastoral penitenciaria, en el ámbito sanitario, del trabajo y el primer anuncio en la universidad», ha explicado Bazal, quien también ha confirmado que en las jornadas se trabajará «un role-playing sobre formas correctas e incorrectas de acompañar la fe». «En las paradas, los participantes van a aprender a pasar por el corazón toda la propuesta del primer anuncio», ha sentenciado.
«El primer anuncio es una prioridad para la Iglesia universal y también, como no puede ser de otra forma, de la española», ha subrayado Romero. «Nuestras expectativas son salir con ilusión, esperanza, alegría y con el fuego de Cristo en el corazón para salir a anunciarlo a Él. Hace años, no hacía falta, porque se daba por supuesto que era la propia familia quien daba a conocer a Jesús, ahora hay un cambio de contexto y esto nos obliga a cambiar como Iglesia, a cambiar nuestras costumbres, nuestros horarios, ámbitos y nuestro lenguaje», ha concluido.
La Comisión Episcopalpara los Laicos, Familia y Vida organiza el Encuentronacional sobre el Primer anuncio con el lema «Pueblo de Dios unido en la Misión». Este evento reunirá, del 16 al 18 de febrero, en laFundación Pablo VI(P.º de Juan XXIII, 3), en Madrid, a representantes de las diócesis españolas, de la vida consagrada y de los distintos movimientos y asociaciones de laicos.
En el Congreso se propusieron cuatro líneas de acción: primer anuncio, acompañamiento, formación y presencia en la vida pública. A cada tema se le dedicarán de manera consecutiva dos años de trabajo en las diócesis que concluirán con un Encuentro final.Del 16 al 18 de febrero se culmina el proceso del primer tema, centrado en el Primer anuncio.
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio»
Tanto en el Congreso de Laicos como en el proceso sinodal se pone el foco en la importancia del Primer anuncio que tiene su premisa en la exhortación apostólica del papa Francisco Evangelii gaudium(120): “… La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados” .
Sobre cómo llevar a cabo hoy, especialmente los laicos, el mandato de Jesús: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio» se ha trabajado en las diócesis, en grupos de vida consagrada y en las distintas asociaciones y movimientos durante el curso 2022-2023. Con sus aportaciones, se elaboró un documento-síntesis que ha servido como base para el segundo año.
Ahora se llega a estos tres días de encuentro con los objetivos de:
subrayar la comunión de las distintas vocaciones del Pueblo de Dios;
insistir en la vocación bautismal, que nos hace evangelizadores;
tomar conciencia de que todos los ámbitos sociales son espacios privilegiados para el anuncio del Evangelio.
y concretar e impulsar procesos y proyectos para los próximos años que ayuden en la tarea del Primer anuncio y faciliten, a través de la formación y mediante caminos de discernimiento comunitario, la creación de espacios de acogida, escucha, diálogo y acompañamiento en los distintos ámbitos, así como la construcción de estructuras que favorezcan la evangelización.
Programa del Encuentro sobre Primer anuncio
El acto inaugural tendrá lugar a las 18.30 horas con los saludos de un miembro del Consejo Asesor de Laicos, del nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito C. Auza, y del presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella. Después será el acto de presentación, en el que se hará un recorrido desde el Congreso de Laicos hasta este Encuentro.
El presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, Mons. Carlos M. Escribano, presidirá la Eucaristía con la que se abrirá la jornada del sábado 17 de febrero. Durante todo el día, los participantes se dividirán por grupos para ir haciendo un recorrido con cuatro paradas para las que se proponen cuatro bloques de trabajo:
el Primer anuncio en la vida cotidiana: el trabajo, la familia, las relaciones sociales, la educación, en contexto de alejados;
vivencias comunitarias: la parroquia, los equipos de evangelización, los métodos e instrumentos;
acompañar a las personas hasta la inserción en la comunidad: los procesos de fe, experiencias de conversión;
y formación en el Primer anuncio: el lenguaje, qué y cómo transmitir, despertar evangelizadores y parroquias evangelizadora.
El domingo, después de la oración, en torno a las 9.45 horas, tendrá lugar la ponencia final. Seguidamente, el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, presidirá la Eucaristía. A las 13.00 horas será la clausura del Encuentro.
Tras anunciarse su nombramiento como Obispo de Santander
La Santa Sede ha hecho público este martes el nombramiento por el Papa Francisco del Obispo auxiliar de Valencia, monseñor Arturo Ros, como Obispo de la diócesis de Santander, quien ha dado las gracias “de todo corazón” por esta “confianza inmerecida” del Pontífice y sus palabras de aliento y de ánimo; también a la Iglesia “a la que amo apasionadamente. No podría vivir sin ella”, y al Pueblo de Dios”, por su afecto, cariño, comprensión, palabras de ánimo. Me he sentido muy querido por la gente”.
Precisamente, monseñor Ros ha expresado que “ha sido un gozo la experiencia de la presencia en las parroquias, en las celebraciones, en confirmaciones, por diversos motivos. He recibido mucho. Quiero decirlo en voz alta, he recibido mucho de una forma incontable. En todos los lugares que he ido siempre he encontrado afecto, cariño, comprensión, palabras de ánimo. Me he sentido muy querido por la gente”.
“No sé si tengo mérito, supongo que no, pero me he sentido muy querido por la gente. Muy comprendido. Y es verdad que ha sido siempre mi aliento, mi fuerza, mi ánimo para seguir trabajando, en esos tres ejes propios de mis tareas estos años: laicos, familia y caridad. Ha sido realmente una escuela de aprendizaje. No sé si he aprendido bien, pero al menos sí he sido receptivo para saber que el pueblo de Dios sostiene la Iglesia y que la archidiócesis está llena de mujeres y de hombres mayores, jóvenes, extraordinarios, entregados, bondadosos, fieles, que hacen grande esta existencia”.
El Arzobispo y mons. Arturo Ros
“LA IGLESIA SIEMPRE HA SIDO MADRE PARA MÍ. ME HA COMPRENDIDO, ME HA ACOMPAÑADO, ME HA PERDONADO, ME HA DADO LA VIDA”
“Con el paso de los tiempos y las circunstancias que a veces vivimos tan complejas, me resulta muy emotivo afirmar que creo en la Iglesia una, Santa, Católica y Apostólica. Creo en la Iglesia y siempre ha sido madre para mí. Me ha comprendido, me ha acompañado, me ha perdonado, me ha dado la vida. Doy gracias de corazón a esta diócesis de la que soy, de la que siempre seré porque es mi tierra y me da vida, a la que he intentado servir, gozando siempre de la confianza de los arzobispos a Miguel Roca, don Agustín García Gasco, don Carlos Osoro y especialmente en este tiempo, don Antonio Cañizares y don Enrique Benavent. Gracias a la diócesis. También gracias a mi familia”.
Monseñor Ros ha recordado que una día como hoy, hace 31 años fue ordenado diácono, y cuando le ordenaron Obispo “asumí como lema las penúltimas palabras que dijo mi abuelo, el Beato Arturo Ros Montalt, a su esposa, mi abuela María y a sus hijos: “Afanyeu-se a perdonar” y las asumí no solamente como memoria histórica de mi familia, sino como convicción y como estilo de vida”.
“Ser testigo del perdón, ser testigo de la reconciliación. Ser testigo de la comunión son palabras reales que él pronunció en las vísperas del martirio y que su esposa se encargó de transmitirnos primero a los hijos pequeños y luego a los nietos, para que viviéramos así”.
Ese legado familiar casi evangélico “hace reconocer la necesidad de pedir perdón que es lo primero que he querido hacer: Soy consciente de que en este tiempo, tanto en los años de ministerio sacerdotal como ministro episcopal, he cometido muchos errores. Pido perdón si alguien en algún momento se ha sentido molesto, ofendido por mi testimonio, por mis palabras. Nunca quise hacer daño a nadie, nunca, jamás. Pero, a veces, las cargas de responsabilidad, hacen que uno tenga que decir, hacer cosas que a veces suponen poca comprensión. Pido perdón de corazón”.
“Es verdad que ha habido muchos momentos no gratos, forman parte de nuestra vida y en esos momentos siempre he recordado las palabras que me decía Anita Morant, cofundadora de Verbum Dei, en los momentos de adversidad: No te bajes de la cruz”.
AGRADECE HABER RECIBIDO DE SU FAMILIA “EL REGALO Y DON PRECIOSO DE LA FE”
Mons. Ros también ha dado las gracias a su familia: “Mi familia de sangre siempre fue un regalo. No podría ser lo que soy sin ellos y, especialmente, haber recibido de ellos el regalo y don precioso de la fe. Creer es un regalo y un gozo interior. Incluso cuando desde pequeñito me enseñaban mi abuela y mi padre amar a Jesús Eucaristía”, ha añadido.
GRATITUD A MONSEÑOR BENAVENT POR SU “CONFIANZA Y PACIENCIA”
“Gracias Enrique, por este año tan intenso que hemos vivido. Es verdad que no era una novedad caminar juntos y al mismo tiempo, gracias de corazón por su confianza, por su paciencia conmigo. Pero sabe que en todo momento desde el minuto cero hasta hoy he sido fiel siempre. No me cuesta serlo porque es asumir o integrar en el corazón y en el alma lo que uno está llamado a ser”.
Igualmente, monseñor Ros se ha referido a sus “compañeros de fatiga, a don Javier Salinas, a don Esteban y a don Vicente Juan. Hemos pasado muchos momentos muy buenos, también hemos llorado alguna vez. No han sido momentos fáciles muchas veces, pero gracias a Dios, el vínculo fraterno, más hondo todavía que el del ministerio episcopal, nos ha hecho caminar juntos. Para mí, estar con vosotros, con don Antonio y con don Enrique ha sido una escuela de aprendizaje”.
También ha dado las gracias a los sacerdotes, siempre cercanos, acogedores, comprensivos, a los diáconos, a los seminaristas y al personal del Arzobispado por su “trabajo silencioso y abnegado”, especialmente a los conductores por tantas horas de compartir su servicio.
“Sé que no es tiempo de balances ni ahora ni después. El tiempo nos va situando a todos. Sí manifestar una gratitud inmensa en el corazón y en la memoria. Permanecemos unidos en la oración, siempre. Me llevo y me llevaré siempre la caricia maternal de la Mare de Déu. Y también estoy en disposición de anunciaros que Dios mediante el próximo sábado 16 de diciembre de este año, está prevista la toma de posesión canónica en la diócesis de Santander”, ha afirmado.
MENSAJE A LA DIÓCESIS DE SANTANDER: “QUIERO ENTREGARME TOTALMENTE A LA MISIÓN QUE LA IGLESIA ME ENCOMIENDA”
Mons. Arturo Ros ha dado lectura a sus primeras palabras destinadas a la Diócesis de Santander como Obispo electo, en las que ha comenzando dando gracias “al Santo Padre, el Papa Francisco, por su extraordinaria confianza, y a toda la Iglesia, en la que me siento un hijo privilegiado, amado y acompañado en todos los momentos de mi vida”.
El nuevo Obispo electo ha afirmado: “Soy consciente de que esta es una responsabilidad que me sobrepasa y que sólo desde la pobreza de espíritu puedo acogerla, la total confianza en Dios. He vivido estos días con preocupación e inquietud pero, al mismo tiempo, quiero entregarme totalmente a la misión que la Iglesia me encomienda. Solicito vuestras oraciones, os puedo decir hoy que ya formáis parte de las mías”.
“Pronto tendremos la ocasión de poder encontrarnos, conocernos y caminar juntos, haciendo experiencia viva de sinodalidad. Siento que me incorporo a vuestra historia, larga y fecunda, para que juntos sigamos escribiendo hermosas páginas de la vida y del futuro de esa hermosa tierra. Por eso transmito también un respetuoso y cordial saludo a las autoridades autonómicas y municipales y mi disposición para que juntos busquemos el bien común, apasionados por la justicia, por la solidaridad, por la paz”.
Por último, se ha encomendado “a la intercesión y a la protección de los Santos Mártires Emeterio y Celedonio. Suplico a María Santísima, ‘Virgen Bien Aparecida’, que nos acompañe siempre y nos enseñe a ser fieles discípulos de su Hijo”.