La misa conclusiva será presidida por el Cardenal, el 4 de octubre, en la Catedral.
La Asamblea Sinodal y la misa conclusiva con la que culminará el Sínodo Diocesano iniciado el pasado mes de octubre, tendrá lugar el próximo mes de octubre, los días 2, 3 y 4 de octubre, tras el aplazamiento obligado por la pandemia del coronavirus.
Así, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidirá el domingo 4 de octubre la misa conclusiva del Sínodo en la Catedral, fecha en la que, además, se celebra la festividad de San Francisco de Asís.
Una vez concluido el Sínodo, y cuando lo estime oportuno el Arzobispo, se aprobarán y promulgarán las Constituciones Sinodales que se pondrán en práctica en los cursos pastorales sucesivos.
Hasta la Asamblea Sinodal del primer fin de semana de octubre queda por delante un recorrido con varias fases. Así, la Comisión Central del Sínodo, que se reunió el pasado 16 de junio, incorporará y redactará hasta el 15 de julio las sugerencias aportadas al borrador de instrumento de trabajo, preparado en los meses previos por las siete comisiones técnicas que se establecieron.
A partir del 16 de julio, cada miembro designado ya para la Asamblea Sinodal recibirá el instrumento de trabajo para su estudio, reflexión y oración personal, y hará llegar sus aportaciones a la Comisión Central.
Para el 15 de septiembre está previsto que la Comisión Central prepare el instrumento de trabajo que será tomado en consideración en la Asamblea Sinodal, los días 2, 3 y 4 de octubre. Este documento ha sido enriquecido también con propuestas referidas para los nuevos retos que tendrá que afrontar la diócesis de Valencia y la sociedad tras el impacto del coronavirus.
Las propuestas de ese instrumento de trabajo que analizarán los padres sinodales “no se van a quedar sólo en propuestas de reflexión sino que incluirán acciones operativas”, según precisó el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros.
Objetivos del Sínodo
El Sínodo Diocesano fue convocado por el cardenal Cañizares para, partiendo del conocimiento y evaluación de la situación real de la Iglesia en Valencia y de todo lo trabajado en los últimos años, desde el último Sïnodo que concluyó en 1987, impulsar la “renovación pastoral de la diócesis para hacerla más evangelizada y evangelizadora, a la luz del Concilio Vaticano II y de las enseñanzas actuales del magisterio eclesial, especialmente de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, estableciendo orientaciones pastorales adecuadas a nuestra situación”.
A través del Sínodo se pretende también “fomentar la experiencia de comunión y la corresponsabilidad de todos los fieles de la diócesis”, fortaleciendo su fe y su vida cristiana.
ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA, 29 JUNIO