“En el Primer anuncio los laicos son también protagonistas: deben ser sal, luz y levadura en todos los ámbitos sociales”

El Vicario de Evangelización acompañó a la delegación valenciana que participó en Madrid en el Encuentro de Laicos, con la asistencia del Arzobispo

«Hay que poner en marcha acciones encaminadas a una conversión personal y pastoral para nuestra Iglesia, caminando juntos”, según la delegada de Laicos

La delegación valenciana con el Arzobispo, el obispo auxiliar emérito y el Vicario de Evangelización, junto con los delegados diocesanos de Laicos, Familia y Juventud y otros laicos.

Una delegación valenciana, a la que acompañó el Vicario de Evangelización, Melchor Seguí, ha participado, este fin de semana en Madrid, en el Encuentro de Laicos sobre el Primer anuncio organizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), que ha contado con la presencia del arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, y del obispo auxiliar emérito, mons. Javier Salinas.

“En el Primer anuncio, en la evangelización, son también protagonistas los laicos, cuya vocación nace de su bautismo y su confirmación: deben ser sal de la Tierra, levadura en el pan y luz para iluminar todas las realidades -familia, matrimonio, trabajo, cultura…-. Todos los ámbitos tienen que ser iluminados por la presencia del laico siendo sal, luz y levadura”, destaca el Vicario de Evangelización, que resume las jornadas de este fin de semana con una palabra: “esperanza”.

Este encuentro, en el que han tomado parte más de 700 personas de todas las diócesis españolas, “nos ha llenado a todos de esperanza, parafraseando también el título de la primera carta pastoral de nuestro Arzobispo, que habla de una ‘Iglesia esperanzada’”, señala.

Estas jornadas “son consecuencia del Congreso nacional de Laicos de 2020, del que salieron cuatro itinerarios, el primero sobre el Primer anuncio. En estos años anteriores se ha trabajado en torno a este tema y este fin de semana, las diócesis hemos sintetizado y concluido todo lo trabajado”.

La delegación valenciana estaba formada por doce personas, con la presencia del Arzobispo de Valencia, este domingo, en la ponencia de clausura y en la misa de envío. El sábado “el programa se estructuró en torno a cuatro paradas sobre la acogida, el Primer anuncio en la vida cotidiana, la conversión pastoral y las distintas formas de llevar el Primer anuncio a la realidad, con la puesta en marcha, además, de numerosos talleres”, indica Melchor Seguí.

El Vicario de Evangelización califica estas jornadas como “una experiencia muy enriquecedora de la que salimos siendo conscientes de la importancia del Primer anuncio a la hora de evangelizar. Es la primera noticia que uno tiene de Jesús y lo que es la fe, tanto los que no lo habían oído nunca como los que, habiéndolo oído, viven la fe por tradición o herencia, pero sin tener ese encuentro, ese enamoramiento por Jesús. Es decir, los que estando bautizados, viven su fe de una manera tibia, o no practican o no viven activamente dentro de la Iglesia”, precisa.

Por ello, “tenemos el compromiso de dar a conocer lo vivido y poner en marcha, en las diócesis, esa nueva manera de catequizar y evangelizar empezando por el principio, el Primer anuncio de la fe, el ‘Kerigma’, que es la verdad fundamental de la fe: Dios te ama, ha enviado a su Hijo, ha muerto por ti, te perdona y te invita a vivir como miembro de su familia que es la Iglesia”, concluye Seguí.

“Es inexcusable dar un testimonio de vida que coherente y acorde con el Evangelio”, según Amparo Estellés

Por su parte, la delegada diocesana de Laicos, Amparo Estellés -que participó junto con la delegada de Infancia y Juventud y el responsable de Pastoral Familiar-, asegura que en las jornadas se abordó “el Primer anuncio en la vida cotidiana” porque “es, precisamente, el lugar donde nos desenvolvemos: el trabajo, nuestras familias, los estudios, incluso, el ocio”, y se analizó desde “cuatro aspectos fundamentales: la presencia, el testimonio de vida, el diálogo y el anuncio explícito”.

El encuentro fue “muy enriquecedor y clarificador”, a través de varias ponencias y testimonios, y en él quedó patente la importancia del testimonio, que es “inexcusable”, “un testimonio de vida que sea coherente y acorde con nuestras creencias, con el Evangelio”, comenta.

Sin embargo, “en nuestra vida podemos estar anunciando a Jesucristo sin llegar, incluso, al anuncio explícito, porque no se dan las circunstancias en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, puedo hacerme presente en todos los ámbitos de la vida como una mujer católica pero si el ambiente no me da el lugar a que haya un diálogo en torno a esta fe, puede darse el caso de que no pueda hacerse ese anuncio explícito de la fe”. Esto “no es mejor ni peor, sino que cada uno en su misión podemos acceder a unos aspectos u otros y quedarse solo en su presencia o en su testimonio de vida”.

Después de ese anuncio en la vida cotidiana, “viene la integración en la comunidad porque la fe no se vive individualmente, en solitario, sino en comunidad”. Por eso, “es importante saber cómo integramos a las personas que han recibido el anuncio de Jesucristo en la comunidad parroquial”.

Otra “parada” o cuestión que se analizó, y que “es fundamental, es el acompañamiento a las personas, tanto a las que se les anuncia a Jesús como a los que anuncian a Jesús” y también las “herramientas” porque es “difícil anunciar a Jesucristo si no disponemos de herramientas y de formación que nos ayude en esta tarea”.

En este camino del Primer anuncio y de llevar a todos el Evangelio, como asegura la delegada de Laicos, “no hay recetas”, cada realidad es distinta y se tiene que actuar de distinta manera, “pero sí se ha llevado a las diócesis algo que, aunque no es novedoso, es muy importante: el discernimiento y sinodalidad”. “Lo que hay que llevar ahora a las diócesis es la puesta en marcha de todas las acciones y procesos que vayan encaminados a una conversión personal y pastoral para nuestra Iglesia concreta, caminando juntos”, concluye.

En el encuentro, que llevó por lema “Pueblo de Dios unido en la Misión”, tomaron parte representantes de las diócesis españolas, de la vida consagrada y de los distintos movimientos y asociaciones de laicos.

Mons. Enrique Benavent constituye el nuevo Consejo Diocesano de PastoralDestaca “el valor del Consejo para captar la sensibilidad y el pulso de la Diócesis”

El Arzobispo junto con el vicario general y el canciller-secretario de la Archidiócesis.

El arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent, ha constituido el nuevo Consejo Diocesano de Pastoral. Previamente a la sesión constituyente del primer Pleno del Consejo y a la entrega de nombramientos, mons. Benavent dirigió unas palabras a la Asamblea destacando “el valor del Consejo para captar la sensibilidad y el pulso de la Diócesis”.

“Es importante que valoremos lo que significa este organismo de participación en la vida de la Iglesia, en el que están representados todos los territorios de la Diócesis, todos los sectores pastorales, delegaciones y secretariados, y los distintos estados de vida que hay en la Iglesia e instituciones fundamentales en la vida de nuestra Diócesis. De alguna manera, el Consejo es tan grande, tan plural, porque la Iglesia tiene muchas realidades y es rica en muchas formas de vida cristiana. Es bueno que tengamos este lugar de encuentro, diálogo, reflexión, sugerencias y de aconsejar, en definitiva, al Obispo y a los organismos de gobierno de la Diócesis, para que, de alguna manera, busquemos todos los mejores caminos para seguir anunciando el Evangelio y para que nuestra Iglesia sea una Iglesia cada vez más fecunda”.

El Arzobispo de Valencia indicó que a través de órganos de consulta como este Consejo, “el Obispo tiene que escuchar, para intentar intuir cuáles son las rutas, los caminos que, en cada momento y en cada Diócesis, se deben seguir” y señaló que “este Consejo es uno de los instrumentos de sinodalidad que ya están funcionando desde hace décadas en nuestra Diócesis”.

El Arzobispo añadió su agradecimiento personal: “agradezco, de todo corazón, su disponibilidad, su participación y esta ilusión por intentar que nuestra Diócesis vaya creciendo, como dice la liturgia, en santidad, cada día más, y también en número, porque somos una Iglesia que queremos de verdad anunciar el Evangelio y que el Evangelio llegue al corazón del mundo y de las personas que viven aquí en nuestro día”.

REFORMA DE LOS ESTATUTOS Y CRECIMIENTO SIGNIFICATIVO DE LA PARTICIPACIÓN DE JÓVENES

El segundo punto del orden del día de la sesión fue la constitución formal del nuevo Consejo, en el que el Arzobispo de Valencia entregó los nombramientos a cada uno de los miembros, que realizaron, in situ, la profesión de fe y fidelidad.

El canciller-secretario, José Francisco Castelló, que coordinó el desarrollo del Pleno, explicó la reforma de los Estatutos, en la que destacó que “una de las importantes novedades es que forman parte del Consejo de cada vicaría un arcipreste, dos laicos y un joven, por tanto, destaca en el Consejo la presencia de jóvenes de todos los arciprestazgos de la Diócesis, indicativo de la importancia que tiene la presencia de los jóvenes, ampliamente representada”.

Además recordó que “todos los miembros tienen voz y voto, y pueden realizar sus sugerencias a través de la Comisión permanente, y también tener en consideración el estudio de los temas que se propongan y que el Consejo se reunirá en sesión ordinaria dos veces al año”. Es por ello que este Consejo dispone, en su estructura, de órganos intermedios, y se podrán constituir comisiones para temas específicos, que se reunirán de forma más flexible y continua, además de las dos convocatorias del Pleno del Consejo.

Además del canciller-secretario, José Francisco Castelló, acompañaron asimismo al Arzobispo el Vicario general, Vicente Fontestad; el Vicario episcopal de Evangelización, Melchor Seguí; y los tres miembros natos de la Comisión permanente, que se completó, posteriormente, con otros tres miembros elegidos por el Pleno de la primera sesión del mandato del Consejo, fruto de la participación directa mediante voto de la Asamblea general del Consejo, siguiendo las normas canónicas. Estos miembros, que fueron elegidos para formar parte de la Comisión permanente, son la Directora de Cáritas Diocesana, Aurora Aranda; la Delegada de Laicos, Amparo Estellés; y el Presidente de Juniors M.D., Luis Albors. De este modo, la Comisión, que funcionará como ejecutiva dentro del Consejo, tiene representación de las principales realidades en la Diócesis.

Los miembros natos y electos que forman el Consejo están al frente de las delegaciones y secretariados, arciprestazgos, institutos de vida consagrada e institutos seculares, y las dos universidades: la diocesana Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir y la Universidad Cardenal Herrera-CEU.

APORTACIONES PARA EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD

Al término del Pleno del Consejo, el Arzobispo agradeció “que hayan quedado representadas por Cáritas, laicos y jóvenes estas importantes realidades eclesiales de la Diócesis y, en definitiva, “la importancia del propio Consejo diocesano de pastoral porque está toda la Iglesia diocesana representada”. Por ello, el último punto del Orden del día fue la entrega al Consejo del informe de síntesis de la Asamblea del Sínodo, celebrada el pasado mes de octubre de 2023, para que los miembros del Consejo puedan organizar grupos de trabajo y realizar aportaciones para la Conferencia Episcopal Española (CEE) “compartiendo y sinodalmente” -pidió el Arzobispo- con motivo de la celebración de la segunda fase de la Asamblea general del Sínodo el próximo mes de octubre de este año.

JUBILEO 2025

Por su parte, el Vicario episcopal de Evangelización, Melchor Seguí, explicó que ya se han publicado los materiales de preparación para la celebración del Jubileo Universal de 2025, convocado por el papa Francisco, que están basados en las cuatro grandes constituciones del Concilio Vaticano II. Al respecto, se destacó la publicación de la primera carta pastoral del Arzobispo, mons. Enrique Benavent, con motivo de la Cuaresma y cuyo título, “Una Iglesia esperanzada”, está plenamente relacionada con el Jubileo.

El Arzobispado ofrece un plan de formación para preparar el Jubileo de 2025 convocado por el papa Francisco

La Vicaría de Evangelización edita materiales para la formación, reflexión y oración

  • Con el lema “Peregrinos de Esperanza”, el Jubileo es un año particular para acercarnos de un modo especial a Dios y renovar nuestra fe
  • Los materiales están disponibles en ESTA PÁGINA de la web del Arzobispado y están llegando también a todas las parroquias y comunidades
  • El Arzobispado de Valencia, a través de la Vicaría de Evangelización, ha editado un plan de formación para preparar el Jubileo Ordinario convocado en 2025 por el papa Francisco que, con el lema “Peregrinos de Esperanza”, será un año particular para acercarnos de un modo especial a Dios, para la conversión personal y la renovación pastoral.
  • Así, siguiendo las indicaciones del Arzobispo, monseñor Enrique Benavent, y utilizando la propuesta del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, ha sido publicado un libro con materiales, dirigidos a toda la archidiócesis “para que, desde ahora y hasta el final del presente curso, puedan ser utilizados en reuniones de grupos de distinta índole, en comunidades, parroquias y entidades, como instrumento para la formación, la reflexión y la oración”, señala el Vicario de Evangelización, Melchor Seguí.
  • Los materiales están disponibles en la web del Arzobispado (www.archivalencia.org), en la Vicaría de Evangelización, EN ESTE APARTADO ESPECIAL sobre el «Jubileo Ordinario de 2025” y también están llegando a todas las parroquias y comunidades de la archidiócesis. 
  • El plan formativo, que incluye cuatro catequesis, correspondientes a las Cuatro Constituciones aprobadas en el Concilio Vaticano II, así como textos para la reflexión y oración, pretende, por tanto, preparar y celebrar este año de gracia “con fe intensa, esperanza viva y caridad operante, para que el pueblo cristiano lo viva en todo su significado pastoral, añade el Vicario de Evangelización.
  • “AÑO JUBILAR, MOMENTO DE GRACIA”
  • El papa Francisco recuerda que el Jubileo “ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social, en la vida de la Iglesia y, a su vez, mons. Benavent asegura que el Año Jubilar es un momento de gracia, caracterizado por el perdón de los pecados y, en particular por la indulgencia, expresión plena de la misericordia de Dios”.
  • El Jubileo Ordinario se celebra cada 25 años y puede estar ligado a algún acontecimiento significativo para la Iglesia, en este caso, el sexagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
  • En estos primeros 25 años del siglo XXI, “hemos experimentado el cambio sufrido en nuestro estilo de vida, en nuestras comunidades parroquiales, en nuestra Iglesia, despertándose a menudo la duda, el miedo o desconcierto en nuestras almas”. Por eso, “necesitamos hacer nuestro el lema de este Jubileo, para mantener encendida la llama de la esperanza”.
  • En este sentido, como indica también el Arzobispo, “una Iglesia que viva su misión sin esperanza no puede aportar nada valioso a nuestro mundo. Cada cristiano debe sentirse llamado a una participación responsable en la vida de la comunidad cristiana y hacer todo lo posible para recuperar la fuerza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras”.
  • ESTRUCTURA DEL MATERIAL
  • El plan formativo para preparar el Jubileo de 2025 ofrece un breve resumen del desarrollo del Concilio Vaticano II y cuatro catequesis que abordan varios temas, correspondientes a las cuatro Constituciones aprobadas en el Concilio, a través de textos, comentarios, oraciones, acciones, preguntas y reflexiones.
  • Para llevar a cabo la reflexión “es muy conveniente que haya un acompañante que se encargue de distribuir el tiempo, coordinar el diálogo y animar la participación”, aseguran desde la Vicaría de Evangelización.
  • PUEDES DESCARGAR AQUÍ EL PLAN DE FORMACIÓN.

Encuentro de Laicos sobre Primer Anuncio: la Iglesia busca cómo evangelizar a la sociedad de hoy

«El porqué de este encuentro solo se comprende a la luz del Congreso de Laicos de 2020 y a través de dos claves: sinodalidad y discernimiento», afirma Luis Manuel Romero, director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida

La Comisión para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal ha presentado este lunes el Encuentro de Laicos sobre Primer anuncio, que se celebrará del 16 al 18 de febrero en la Fundación Pablo VI de Madrid, bajo el lema Pueblo de Dios unido en la Misión.

En el acto, han participado Luis Manuel Romero, director del secretariado de la mencionada comisión, y María Bazal, en calidad de miembro del Consejo Asesor de Laicos, quienes han destacado que para el evento ya hay 700 inscritos —el total del aforo—, en su gran mayoría laicos de todas las diócesis de España, y también asociaciones, organizaciones y personas de vida consagrada.

También han confirmado su participación en las jornadas un total de 75 sacerdotes, 40 obispos y seis diáconos, así como la presidenta de Alpha Europa, el presidente mundial de Cursillos de cristiandad y una notable representación de Emaús, Effetá y otros métodos de éxito.

Proceso y reflexión

«El porqué de este encuentro solo se comprende a la luz del Congreso de Laicos de 2020 y a través de dos claves: sinodalidad y discernimiento. En pleno proceso sinodal, la Conferencia Episcopal quiere animar a los laicos a implicarse», ha explicado Romero.

Por ello, «y bajo la inspiración del Espíritu Santo, no queremos que sea una jornada de presentación de métodos, sino que estos, que son buenísimos, van a estar implícitos, queremos que sea una jornada de procesos y reflexiones», ha continuado.

«Todos debemos tomar conciencia, como bautizados, de que es a nosotros a quien nos corresponde hacer el primer anuncio. Todos somos corresponsables, porque estamos llamados a anunciar a Cristo con nuestro testimonio. De tú a tú, en la vida cotidiana, de corazón a corazón, no hacen falta grandes discursos, hace falta una conversión personal. Sin conversión, no hay predicación del Evangelio», ha finalizado.

Llamados a estar unidos y salir

La conversión personal, imprescindible, debe estar sustentada por una «dimensión comunitaria, pues estamos llamados a estar unidos y en salida». De esta forma, en opinión del director del secretariado de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, «la pregunta fundamental que nos hacemos es ¿cómo evangelizar en esta sociedad?», cuestión para la que «no tenemos la receta, y eso es lo que estamos buscando».

«Debemos superar, como ya nos ha advertido Francisco, la autorreferencialidad, la tranquilidad autosatisfecha, la formalidad, el lenguaje de siempre. Con este encuentro, nos abrimos a la novedad que nos está marcando el Espíritu Santo en el mundo actual, en el que nuestro mensaje llega distorsionado a las periferias, para saber colocarnos frente a la sociedad. Aquí vamos a trabajar herramientas y estrategias, pero sobre todo el deseo de anunciar el Evangelio», ha agregado.

Grupos de trabajo

Por su parte, María Bazal ha detallado cómo serán los grupos de trabajo, organizados en las «cuatro paradas» por las que irán rotando los asistentes: primer anuncio en la vida cotidiana, vivencias comunitarias y testimonios, acompañamiento en la fe y formación en primer anuncio. Los resultados serán recogidos y puestos en claro en la ponencia final del domingo, que correrá a cargo de Jesús Úbeda, director del área de Primer Anuncio de la Conferencia Episcopal; Jorge Botana, de CONFER; y Eva Fernández, presidenta de Acción Católica General.

«Los testimonios serán cortos y van a ir desde una profesora de instituto hasta un encuentro en torno al arte, en la pastoral penitenciaria, en el ámbito sanitario, del trabajo y el primer anuncio en la universidad», ha explicado Bazal, quien también ha confirmado que en las jornadas se trabajará «un role-playing sobre formas correctas e incorrectas de acompañar la fe». «En las paradas, los participantes van a aprender a pasar por el corazón toda la propuesta del primer anuncio», ha sentenciado.

«El primer anuncio es una prioridad para la Iglesia universal y también, como no puede ser de otra forma, de la española», ha subrayado Romero. «Nuestras expectativas son salir con ilusión, esperanza, alegría y con el fuego de Cristo en el corazón para salir a anunciarlo a Él. Hace años, no hacía falta, porque se daba por supuesto que era la propia familia quien daba a conocer a Jesús, ahora hay un cambio de contexto y esto nos obliga a cambiar como Iglesia, a cambiar nuestras costumbres, nuestros horarios, ámbitos y nuestro lenguaje», ha concluido.

LUIS RIVAS12 DE FEBRERO DE 2024

Revista Ecclesia